EDRA cultiva su viñedo desde el respeto a la naturaleza, es un oasis en medio de cereal y almendro, y se integra en su biodiversidad, aporta materia orgánica de la poda y siega, respeta los ciclos de la vid para evitar los excesos de vigor y conseguir un mayor equilibrio de las plantas.

La enología de EDRA se basa en el método de cata sensorial desarrollado por su enólogo Antonio Palacios García, que a lo largo de todo el proceso de fermentación y crianza de los vinos consiste en un acompañamiento respetuoso, en un cuidado poco intervencionista, en una selección consciente, y en una danza acompasada en la que hombre y vino dan lo mejor de sí mismos. Y donde la uva, la madera y el tiempo son los únicos ingredientes necesarios.